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martes, 27 de enero de 2015

TRISTE


Hola princesas... Paso a dejarles mis saludos y bendiciones como siempre, y a compartirles algo, por demás, personal. 

He estado triste en las últimas semanas, y eso ha afectado mi progreso. No he ido al gym, no he tenido muchas fuerzas ganas...

Hace tiempo, 4 años casi, tuve un muy buen amigo... Lo llamaré A. A él lo conocí por ser el hermano de una amiga mía, y bueno, en cuanto nos conocimos, hicimos click. Todo pintaba a que seríamos muy buenos amigos.

Primero me impresionó el saber que él en algún momento tuvo cáncer en cierta parte del cuerpo, y siendo él fuerte y Dios grande, lo pudo superar; aunque como saben, a una persona que ha superado el cáncer se le debe seguir monitoreando y checar que todo marche bien. Él así lo hizo. Luego, por su humor un poco ácido, parecido al mío, supe que nos íbamos a llevar bien. Un plus: era el niño más noble y gracioso que pude haber conocido, además de guapo; pero no cualquier guapo, sino de esos que no pueden pasar desapercibidos dondequiera que se paren, y lo mejor de todo era que él no se daba cuenta... 

Con el tiempo nos llevamos bien, y noté que él estaba peleado con las relaciones amorosas, cosa en la que también coincidía conmigo :P

Para no hacerlo más largo, añadiré que después de unos meses nos hicimos novios, pero a escondidas porque nos daba pena. Y daba pena porque éramos los típicos niños que presumían de ser mega fríos y no necesitar nunca de un noviazgo. Pero bueno, al final todo mundo se dio cuenta.

Todo era bonito, hasta que le entraba cierto nerviosismo cuando sentía algún malestar, y yo sabía que era nerviosismo justificado, nunca quise juzgarlo, más bien aprendí a tolerarlo aunque esos arranques me llenaban a veces de frustración y me desestabilizaban emocionalmente pues varias veces llegó a decirme que si volvía a tener cáncer, ni loco se volvería a someter a quimioterapia, que prefería morir tranquilo que volver a pasar por eso. Y bueno, de tantas veces que eso pasó, un día se puso todo peor... Llegó la revisión, ese chequeo que se les hace a los ex pacientes de cáncer, y él estaba muy nervioso pues no se había sentido muy bien los últimos días. Yo me prometí que iba a apoyarlo de la manera que fuera necesaria y así lo hice. A me pidió hablar. Me dijo muchas cosas, entre ellas, me confesó estar muy enamorado de mí, y dijo tener mucho miedo de tener cáncer otra vez y que yo lo abandonara, o bien, también temía que me quedara sólo por lástima. Cualquiera de los dos panoramas lo asustaba, y me pidió que lo esperara, que debíamos parar la relación hasta que él supiera los resultados, y una vez sabiendo la verdad, podríamos reanudar si yo así lo quería. Yo acepté.

Esas semanas fueron demasiado pesadas para ambos, pero manteníamos contacto... Y supe que como amigos de verdad nos llevábamos muy bien y la presión entre los dos era menor. Cuando el día llegó y le entregaron los resultados, gracias a Dios todo estuvo bien, él seguía sano. Ambos estábamos muy contentos, pero yo ya no sabía cómo seguir, pues cuando volvimos a hablar sobre reanudar la relación, él se puso tenso, me dijo que temía seguir adelante conmigo y que un día enfermara otra vez y tuviera qué dejarme o que yo me aferrara a un enfermo. Así que pensé que no era el momento de seguir, supuse que si lo mejor era estar juntos, lo estaríamos de cualquier manera en otro momento, pero no ese día. Lo hablamos, nos besamos, y terminamos.

Todo era raro porque, por muy amigos que intentáramos ser, era imposible. Si alguien me buscaba y él lo notaba, me celaba. Lo mismo pasaba de mí hacia él cuando alguien más lo buscaba. Aunque después me calmaba y optaba por apoyarlo y quedarme cerca, pues yo tenía esa necesidad como de cuidarlo, fuera su novia, su amiga o cualquier cosa. Todo eso pasó durante 2011.

En 2012, él intentó tener otra novia, y yo comencé a salir con un chico extranjero con el que me llevaba bien desde que él había llegado a mi ciudad. y yo estuvimos incómodos por esas situaciones, pero ninguno tuvo valor para seguir. Así que pretendimos que nos apoyábamos en nuestros nuevos caminos... Pero yo no aguanté, no pude salir más con aquél otro, porque me sentía vacía con él. Así que me quedé sola, pues no quise intervenir en la nueva relación de A.

Pasados unos meses, todo indicaba que y su nueva novia no marchaban del todo bien, o al menos eso me dijo su hermana (mi amiga). Y aunque las cosas marcharan bien o no, yo no tenía más ganas de saber de él y su novia. Me dolía. Me alejé.

A finales de 2012, él me contactó y no titubeó al decirme que me amaba mucho, que había terminado hacía un tiempo con la que era su novia, y había sido decisión de él, pues me extrañaba. Pero en ese momento me entró el orgullo y le dije que yo no lo amaba así, y que prefería no volver... Pero sí lo amaba. Y después de varias llamadas más, regalos pequeñitos, canciones bonitas y una navidad... Decidí que sí quería estar con él y le llamé. Él no quiso contestar.

Yo insistí hasta que por fin hablamos. Pensé que ahora su postura sería orgullosa, para tal vez hacerme pasar un poco por lo que yo a él, pero no. Fue muy cálido conmigo, y me dijo muchas cosas bonitas... Para finalizar con una horrible. Dijo algo como: "Te amo y te he extrañado mucho, eres la única persona con la que quiero y querré estar, espero que no te alejes más de mí, aunque si después de lo que te diré decides que no quieres estar conmigo, lo entenderé totalmente... Tengo cáncer, y esta vez en otra parte." Yo no pude articular palabra, me acordé de lo que él había dicho acerca de que no quería volver a tomar quimioterapia; y como todo era silencio él volvió a hablar: "Sé que estás pensando en lo que te dije alguna vez, acerca de que no me volvería a someter a una quimio, pero es diferente ahora que estoy dentro de esta situación; yo quiero y voy a luchar, quiero estar bien; yo ya pasé por esto una vez y claro que puedo superarlo una vez más. Quiero estar entero para hacer cosas grandes. Quiero estar entero para ti." Y yo sentí mucha ternura, y muchísimo amor en sus palabras, y le dije que yo iba a apoyarlo, y que iba a estar con él... Y volvimos.

En 2013...
Había días enteros en los que no sabía de él, y era porque de pronto se ponía débil, y todo se complicó porque él y yo vivíamos en ciudades diferentes, él porque había decidido hacer su carrera en la ciudad de sus papás y yo porque seguía estudiando acá. Así que lo más que yo podía hacer era llamarle de vez en cuando, y muchas de esas veces no podía él responder a mis llamadas. Nuestra intermediaria era una vez más, su hermana.

Un tiempito él se puso bien y estaba más animado, iba a comenzar la quimioterapia y decidió sacarse muchas fotos antes de cortarse todo el cabello. Me las envió todas y yo era feliz, estaba contenta porque él iba a someterse a ese tratamiento... Y también estaba feliz por tener al novio más guapo de todos. ^_^

Un mes más tarde ya no podíamos hablar. No nos dejaban. Su hermana me dijo que teníamos qué hablar acerca de A. Y cuando pudimos hacerlo, fue muy directa... Dijo: "Tienes qué ser muy fuerte, y por favor ora mucho. Mi hermano no tiene cáncer sólo en esa parte, ahora le han detectado en el estómago, y en "x" y "y" partes más. Es grave, tenemos qué orar". Y yo me quedé atontada, no supe qué decir, en realidad aunque sonara grave no me asusté, pensé que nada malo podía pasarle, pensé que él era muy fuerte y todo iba a marchar bien sin importar lo que los doctores dijeran.

Con el paso de las semanas me acostumbré a no saber de él, a recibir mensajes de nuestra intermediaria y a sentirme todo el tiempo incompleta. De hecho hubo un tiempo en el que me agarraba una especie de ansiedad muy fuerte, así que me iba a correr y duraba alrededor de 1:30 horas corriendo a una velocidad alta, y aún así, al terminar de correr y relajarme un poco, la ansiedad regresaba. Comencé a sentir miedo, sentía como que yo me iba a morir. Recuerdo que llegaron esas vacaciones religiosas que suelen llegar en marzo o abril, y con eso, una fiesta de estudiantes que se hace en mi ciudad siempre llegadas esas fechas. Yo disfrutaba mucho esa celebración, pero ese año fue tan distinto...  Era el fin de semana, todos estaban listos para celebrar y al día siguiente partir a sus ciudades (porque acá casi todos son foráneos, sólo viven aquí porque "estudian"), así que en cuanto las clases terminaron, me fui. Al llegar charlé un poco con mamá y le dije cómo me sentía, y ella me sugirió ir a correr, porque sabía que eso me calmaba un poco. Lo hice, pero nuevamente no funcionó. Ese fin de semana fue el más largo de todos, y encima de todo en casa de nadie me respondía el teléfono. Llegó el lunes, estaba reunida con mis papás y hermanas, alguien hizo un comentario gracioso y al fin pude reír. Fue una auténtica carcajada, que me hizo sentir liberada, por alguna razón. Mi mamá estaba cerca de mí y yo me incliné hacia ella y enseguida me rodeó con sus brazos. Me sentí bien, al fin estaba bien.



Mientras estaba así con mamá, mi móvil comenzó a sonar,  y no le hice caso. Pero sonó una vez más, dos, tres... Y me vino un hueco al estómago, enseguida pensé en mi novio. Como rayo me levanté y vi de quién era la llamada; era su hermana. Quise correr a mi habitación para hablar más calmada, pero no alcancé a correr. En cuanto respondí comenzó la peor conversación que he tenido:

-¿Dónde estás? ¿Estás bien? ¿Con quién estás?
- Estoy bien, ¿qué pasa? estoy en casa de mis papás
-Siéntate
-¿Qué pasa?
-¡Siéntate!
(regresé a sentarme al lado de mamá, como si mi amiga me estuviera viendo)
-Dime qué pasa...
-Mi hermano tuvo una crisis anoche, luchó mucho, de verdad. Pero no pudo más... Acaba de fallecer.

Y no pude decir nada. Comencé a llorar y mis papás no sabían qué pasaba. Mis hermanas conocían mi situación y se la explicaron a mis papás, quienes se pusieron muy tristes por mí, o por él, no sé, pero lo noté.

Mi amiga me agradeció haber hecho feliz a en sus últimos meses, tal vez en sus últimos años. Me dijo muchas cosas tan lindas... Y yo no podía parar de llorar. No pude ir al sepelio, no pude hacer nada. Me quedé en casa encerrada, triste, no podía hacerme a la idea. A veces le llamaba, esperando que me respondiera. Le escribía con la esperanza de recibir un mensaje de regreso... Y nada. 

Pasaron los días y comencé a recibir mensajes de personas que yo no conocía... Eran sus amigos. Todos ellos agradeciéndome por haber sido buena con él y por haberle regresado las ganas de amar y de vivir. Y claro que sentía cosas muy lindas al recibir esas sorpresas, pero al mismo tiempo significaba seguir pensando en él, sin importar lo que pasara. Luego me enteré que él antes de fallecer, (porque quizá ya sabía que le quedaba poco tiempo), pidió que cuando él ya no estuviera, lo llenaran de girasoles (mi flor favorita) y que no quería ninguna otra flor, porque quería de esa manera despedirse de mí.

No sé, recuerdo todo eso y mi corazón se estremece igual. Lo extraño mucho. A todo esto... La razón de mi tristeza es que este mes hubiera sido su cumpleaños... Y no puedo abrazarlo. No me hace falta ver películas tipo "Bajo la misma estrella" (la cual mis hermanas no me dejaron ver), mi situación es real y es horrible recordar.

Estoy triste, por ahora no tengo nada más qué decir.









Princesa Cloe

domingo, 11 de enero de 2015

CAMBIOS, CAMBIOS...

Hola, princesas. Sé que me ausenté casi un mes, pero ya no más. Si Dios permite, seguiré subiendo entradas con frecuencia, porque me gusta que me lean, y me encanta también visitar sus blogs y saber de ustedes. ^_^

Han pasado muchas cosas en este último mes... Primero, fallecieron dos amigos, que aunque no eran mis súper amigos, siempre duele saber que alguien que conociste, que era de tu edad, con quien conviviste, etc... De pronto ya no está.


Intenté mantenerme lo más ocupada posible para no pensar en eso y, además, para no andar "picando" bocadillos pre-navideños, navideños, ni post-navideños :P

Y bien, el principal motivo de mi ausencia ha sido, en parte, por una mudanza... :( Sí, ya dejé mi departamento.


Estuve charlando con mi papá en semanas anteriores acerca de mi vida en esa otra ciudad donde he estado por ya casi 6 años, y caí en la cuenta de que en realidad no tengo nada que me siga atando a ese lugar. Ya hice mi carrera (gracias a Dios), durante la carrera no hice muchos amigos, y los que hice ya no viven ahí, no tengo un trabajo, lo que tengo es un lugar en el que doy tipo prácticas profesionales y eso no me ocupa todo el día así que puedo, sin problemas, ir-venir todos los días. Lo más divertido y más lindo que puedo tener ahí son un montón de libros ya leídos, un montón de tazas de café ya bebidas, muchas botellas de vino tinto vacías y un puñado de amores ya consumados... Por el contrario, en casa con mis papás, me he vuelto a acoplar bastante bien. Además de tener un montón de cariño, tengo el apoyo para lograr todo lo que quiero, por ejemplo, esto de cuidarme, ser más saludable, hacer ejercicio y demás, ha sido más fácil estando aquí.

Me viene de pronto un poco de nostalgia, pues la ciudad que he dejado es muy linda, de hecho se puede salir a pasear sin necesidad de compañía, puedes ir recorriéndola caminando y se disfruta mucho. Y bueno, llegar a casa era bonito igual. Sin embargo, esta tranquilidad que siento ahora no la cambiaría.

Siento que esto que estoy haciendo (incluída la mudanza) es un cambio completo, pues hasta ahora, y gracias a Dios, no he tenido atracones (a pesar de las fiestas decembrinas), me estreso menos en cuanto a mi peso y con el paso de los días me voy metiendo en la cabeza que ir poco a poco, un kilo a la vez me traerá mejores resultados que si bajo 3 o 4 kilogramos en una semana, pues lo que con esfuerzo y paciencia se siembra, trae mejores frutos. Muchas veces lo rápido no es lo mejor... Pues si rápido llega, rápido puede irse.

En fin, concluyo diciéndoles que sigo comiendo saludable, voy con mi papá al gym y me siento más fuerte y con más energías. Me seguirán leyendo, bonitas. Si Dios quiere, aquí seguiré para que sepan de mí y yo saber de ustedes.


Hoy estoy feliz, princesas. Y hoy es lo único que importa. ^_^

Abrazos y mil bendiciones.





Princesa Cloe

miércoles, 17 de diciembre de 2014

¡¡MI CAMBIO COMIENZA HOY!!

Hola... Me ausenté unos días porque me dije a mí misma que iba a volver a escribir hasta que tuviera algo bueno por expresar... Porque es bueno desahogarse, pero de ahí a que mi hablar sea sólo para dar quejas y más quejas... Hmmm... NO, y menos si se trata de algo que, ok, está mal, pero a fin de cuentas está en mis manos. No sé, no me gusta estar inconforme y quedarme sentada haciendo nada.

Este fin de semana (incluyendo el lunes, pues estoy de vacaciones, ¡wujuuu!), lo aproveché haciendo otra salida familiar y visitando a mi mejor amiga, pero también quise darle tiempo a Cloe, ya saben, consentirme solita: compré un libro y lo leí, estuve viendo pelis, me hice un tratamiento en el cabello, mascarillas... Y al final tuve bastante tiempo para aclarar mis ideas. Es decir, quise tener claro qué es lo que quiero de ahora en adelante.

Primero, y lo que es obvio... Quiero llegar al peso que, para mí, es ideal. Para ello entiendo que no basta con dejar de comer... Es más, ni siquiera se trata de suprimir la comida, porque sé que si lo hago, volveré a enfermarme; no quiero que me terminen dando vitaminas o, lo que es peor, me terminen hospitalizando. No quiero que el precio de ser delgada vuelva a ser mi salud, porque, efectivamente, ya me pasó antes (pero eso lo contaré cuando por fin escriba una entrada sobre mi historia). Pero bien, tampoco el sobrepeso es saludable, así que básicamente se trata de trabajar muy duro, y para ello se requiere de una gran fuerza de voluntad. 

Al fin me volví a inscribir a un gimnasio aquí, en la ciudad donde viven mis papás. Es el mismo al que asiste mi papá todos los días a las 6 a.m. así que charlé con él y quedamos de acuerdo para ir juntos el tiempo que yo esté aquí. Él se puso muy contento, pues siempre me ha ayudado a cuidar mi peso y figura, y le causa alegría verme saludable y delgada; y por el contrario, cuando estoy gorda (como ahora), se muestra un poco decepcionado o inconforme, e intenta animarme lo más que puede, y claro, evita darme tentaciones de comida... Supongo que es porque él sí se cuida bastante, y no se explica cómo una de sus hijas puede llegar a lucir descuidada y triste. En fin, sé que tengo un muy buen aliado.

También habló mucho conmigo, acerca de lo que pasó el otro día, cuando fuimos de compras y mis hermanas hablaron de lo bien que, gracias a Dios y a su esfuerzo, les ha ido en diferentes aspectos de sus vidas. Dijo muchas cosas, y al final concluyó diciendo que soy su orgullo, pues soy la más pequeña de las tres y he pasado por muchas dificultades desde siempre... Y el estar hoy, donde estoy, me hace grande... Independientemente de lo material o las relaciones que pudiera tener, ya que eso resulta en el camino. no es en realidad como la meta... No sé, algo así recuerdo. :P Y la verdad me hizo sentir muy bien. Las cosas sucederán conforme yo trabaje, según la intensidad de mi esfuerzo, y a mi ritmo, a mi propio tiempo. No voy a volver a compararme con mis hermanas, pues cada quien vive su vida, cumple sus propias metas y tiene lo que con esfuerzo propio puede obtener.

Ahora estoy cargada de energías... Ayer (martes) hice ejercicio en el gym con mi papá, y me acompañó a ver a una amiga suya que es nutricionista, y  le contó un poco sobre mi historial de hace tiempo, pues mi papá aunque no lo tiene bien claro, sabe que padezco desórdenes alimenticios. Así que mi dieta será algo especial, parece. Hoy volveré a verla.

Me doy cuenta, por enésima vez, que no basta con decir "quiero hacerlo", "comienzo el lunes", "estoy gorda, qué mal me siento"... La cosa es tener determinación, es querer algo, trabajarlo, y lograrlo. No importa si ocurre lentamente, a fin de cuentas, va a ocurrir mientras no se abandonde.

Lo difícil es empezar y ya lo hice.

Me despido, que debo dormir para poder hacer ejercicio... Uff  otra cosa mala de mí, que tengo muy mal mi horario de sueño... Debo trabajar en él.

Muchas gracias por leerme y comentarme. Me hacen sentir de verdad comprendida, y sus palabras de aliento y sus muestras de cariño y empatía me ayudan y me levantan muchísimo. Y gracias también a las nuevas princesas que siguen mi blog, me ponen muy contenta. Sigamos adelante juntas, luchemos por lo que anhelamos. 

Bendiciones y mil abrazos.






Princesa Cloe

viernes, 12 de diciembre de 2014

PATITO FEO

Hoy no tengo ánimos de escribir mucho. Contaré mi día y a ver si salen más que las 5 líneas que quisiera escribir nomás...


Estoy oficialmente de vacaciones así que he dejado mi depto para pasarlas en casa de mis papás, que viven en una ciudad bien cercana a la mía actual, así que tengo dos opciones:

1) Hacer todo el ejercicio que pueda
2) Engordar

Bien, mi día consistió básicamente en ir a mi depto, limpiarlo y dejar todo en orden. Luego, regresé a casa de mis papás (digo regresar porque me estuve quedando acá desde hace 3 días). Cuando llegué, mis hermanas ya estaban en casa (ellas son mayores que yo) y estaban súper arregladas y pude notar lo delgadas que están (en días pasados no lo noté por lo abrigadas que las he visto)... Obviamente me dio un gusto tremendo y me puse feliz por ellas, pues normalmente también están en lucha constante contra el peso... Pero menos que yo. Y bien, se veían muy muy guapas.

Me dijeron que iban de shopping con mamá y papá, que debía arreglarme, y eso hice... Estaba muy animada y subí a ponerme linda también, pero agh... Maldito espejo. Me puse unos jeans oscuros, botas, un suéter bonito... Y entonces me vi en el espejo, y no estoy ni cerca de la delgadez de mis hermanas, se me salía la lonja, la cadera bien ancha y mi vientre súper inflamado. Me sentí fatal... Y bueno, me quité toda la ropa... Me puse un vestido corto que me quedaba un poco holgado de la zona de la panza y de las piernas; pantimedias y un par de botas (no sé si suena un poco rara la combinación, pero es linda en realidad). Y ya... Lista.

Bajé y recibí muchos halagos, pero qué pueden decirme ellos, son mi familia.

Íbamos en el auto y una de mis hermanas hablaba de lo bien que va su trabajo, de sus próximas vacaciones en Costa Rica, el pilates, gym, etc. Mi otra hermana hablaba de lo bien que va con su novio, que está consiguiendo un trabajo con un puesto buenísimo, que si natación, etc... Y yo... Bueno, yo recién terminé la carrera y no tengo un trabajo aún por falta de experiencia, no tengo novio, vivo en un departamento que me pagan mis papás, aún me mantienen mis papás, los ingresos independientes al bolsillo de mis papás es porque me encuentro tipo haciendo servicio profesional y la jefa me paga lo que quiere cuando quiere, pues no estoy de planta, sino adquiriendo experiencia... Y en cuanto a gym y running... No he podido regresar bien a mi rutina de ejercicio desde que egresé de la carrera. So... La charla en el auto fue por demás incómoda para mí.
Caí en la cuenta de que no tengo nada. Es decir, gracias a Dios tengo el apoyo y amor de mi familia, cosa que valoro como nada más en este mundo... Pero a estas alturas de mi vida... De mis 23 años... No he realizado gran cosa por mí misma. Ooootra cosa que me dio el bajón de ánimo.

Llegamos al lugar. Mis hermanas se abalanzaron sobre la ropa y yo no quería ni verla por dos razones: 1) miedo a que no me quedara, y 2) ya no quiero que todo lo que tenga me lo hayan dado mis papás.

Así que me fui a la librería a hacerme tonta un rato... Y mi mamá fue a encontrarme y decirme que había visto un vestido muy bonito que me quedaría, según ella, divino. Y no quería ir yo. Pero luego de media hora discutiendo acepté ir a probármelo si me aseguraba que no lo iba a pagar ella, y accedió.

Llegué a los probadores, me puse el vestido y... Talla mediana y me quedó súper ajustado. Parecía un chorizo D': (si no saben lo que es, pueden googlearlo y así tal cual me veía).

No pude evitar llorar un poquito... Como que fue la gota que derramó el vaso en un rato muy incómodo para mí. Y no dejé que mi mamá me viera. Sólo salí y le dije "no me gusta", y regresé el vestido. Y ella dijo: " te traje una talla más grande por si no te quedaba bien". ¡Puaj! Rompí en llanto. Y mi pobre mami se sintió mal. La imaginé como una avestruz queriendo esconder la cabeza en la tierra. Y mi mamá dijo "tranquila, ya está... Vayamos a comprar zapatos".

Mi mamá sabe lo mucho que me preocupa mi peso y mis medidas, pero no sabe nada sobre Ana. Así que charló un poco conmigo dándome ánimos. Me fui sola a comprarme zapatos, botas y un gorro lindo... Pero me sentí mal por mi imagen en el espejo.

Nos reunimos otra vez todos y quedamos de ir a comer... ¿Y qué pasó? Me comí todo lo que encontré... Incluso del plato de mis hermanas. Y pedí de postre un pay de queso y zarzamora...

No quiero ni pensar la cantidad de calorías que ingerí. Luego, llegando a casa, me encontré a un vecino (un buen amigo de la infancia que también vino  a pasar las vacaciones con sus papás) nos quedamos charlando y ya. Me relajé un poquito.

En fin, este fue mi día... Y eso que no tenía ánimo de escribir ¿ah? :P

Fue lindo estar con mi familia, pero no así, no sintiéndome el patito feo, fracasado y además gordo. Aquí son las 6:30 de la mañana, no he podido dormir. Espero conciliar el sueño ahora que me he desahogado. Y despertar por la mañana con el doble de ganas de seguir adelante.

Gracias por leerme. Las quiero, mis hermanas princesitas.

Mia, Circe, Kat y Thaly... Muchas gracias por sus consejos y palabras de aliento. De verdad me ayudan mucho y me hacen sentir acompañada en este camino.

Bendiciones. <3





Princesa Cloe

jueves, 11 de diciembre de 2014

DÍAS MALOS. PÉSIMOS. CAÍDAS FUERTES... PERO NO MÁS FUERTES QUE YO.

Bien, me propuse, junto con otras princesas a cuidar mi alimentación estrictamente y no pesarme estos días, hasta el viernes... Un reto que, al ser realizado por varias personas, es mucho muy motivador. Sin embargo, ayer y hoy fueron malos para mí.

Estuve rodeada de gente todo el tiempo. Gente que no come... ¡Devora! El autocontrol juega un papel importante en estos casos para nosotras las princesas, pero hay otros factores que perjudican mucho... Por ejemplo, esta gente que no puede controlar su forma de comer, al creer normal el comer tanto, critica a quien suprime su hora de comida y a quien, al menos, cuida sus porciones y el tipo de alimentos. Lo malo no es la crítica, lo malo es que lo hagan tan públicamente y con esas ganas de joder. Es entonces cuando nos volvemos el centro de las miradas... Ya les cuento.

Ayer estuve conviviendo de manera forzada con estas personas, pues estamos relacionados por amigos en común. Todo iba bien, hasta que tooodos sintieron hambre, y buscamos un lugar dónde comer. Claro está que yo llevaba snacks bajos en calorías por si el hambre me atacaba, o por si a caso duraba varias horas sin probar bocado (porque hay qué recordar que suprimir por completo la comida, luego de haber comido normalmente o en exceso en días pasados... Muy lejos de ayudar, perjudica, pues al pasar mucho tiempo sin alimento, el cuerpo se prepara en modo de "hambruna" disminuyendo así el gasto calórico, y, por lo tanto, almacenando grasa)... En fin, como decía, yo llevaba snacks, agua natural y té verde (sin azúcar, obviamente); así que me preocupaba poco la hora de comida.

Al elegir por fin un lugar que agradara a todos, se dispusieron todos a ordenar. Yo en lugar de ordenar, me fui a hablar por el móvil un buen rato, con la intención de que todos comieran y no tener qué ordenar. Tardé alrededor de una hora y cuál fue mi sorpresa: Muchos pidieron una segunda ronda de comida, y otros postre. >_<

Estaba buscando otra manera de zafarme de la situación, cuando uno de ellos (el más gordito de todos y que por cierto, me miraba demasiado) dijo en voz alta con la obvia intención de molestarme y que todos escucharan: ¿Qué pasa? ¿Por qué no comes? ¿Eres anoréxica?.
A lo que yo respondí que estaba cuidando un poco mi alimentación, además de que no tenía mucha hambre. Y el idiota: "Pero entonces pide una ensalada, anoréxica". Todos rieron y comenzaron a hacerme comentarios acerca de que efectivamente nadie me veía comer, que si tenía problemas, bla bla... (Por favor, que se preocupen si me vieran en los huesos, no así como estoy, gordísima). Y bueno, disimulé un poco mi enojo y dije que sí, que ordenaría algo en cuanto sintiera hambre.

Graaacias a Dios mi mamá me llamó al móvil y así pude irme un rato más lejos de ellos. Tardé una hora más hablando con ella. Y al volver, mi sorpresa aumentó: Todos volvieron a ordenar. Me pareció una mala broma, una situación nefasta y difícil para mí. Y el gordito nuevamente: "Pero come, no nos iremos de aquí hasta que todos hayamos comido ya, incluída tú".

Agh... Así que tuve qué ordenar. No había ensaladas, así que no me quebré la cabeza, y ordené pescado a la plancha (o sea, asado), ya que generalmente viene acompañado de vegetales. Al recibirlo, era una cosa repleta de grasa, con muy pocos vegetales y montones de arroz. Tuve qué comer un poco por la presión de todos y sus miradas. A los pocos bocados, no pude contenerme mucho, y seguí comiendo... Por lo que al terminar sentí mucho remordimiento y quise ir a vomitar. Al notar que me dirigía al baño, una fulana me siguió porque según ella no quería ir al baño sola. Y la tarada no quiso regresar a la mesa sola, así que decidió esperarme. Así que no pude vomitar.

Mi esfuerzo a la basura. Pero pensé: "mañana será un mejor día".

Ese "mañana" era hoy. Al levantarme, comí una fruta pequeña, me fui a correr, me bañé, y bebí una taza grande de café con un poco de leche descremada, para sentirme satisfecha gran parte del día. Pero para mi mala suerte, tuve qué convivir otra vez con esos glotones. Esta vez en un café, donde pedí una taza de café americano y agregué un poquito de edulcorante. Pero el mismo gordito comenzó a joder otra vez, y esta vez no estaba solo, iba con personas igual de nefastas que él. Volvió a llamarme anoréxica y una chica que estaba con él le siguió la corriente, (la chica igual de pasada de peso que él), comenzó a analizarme de arriba hacia abajo y dijo: sí, como que es anoréxica, además porta pulsera roja, muchas anoréxicas la usan. Así que tooodas las miradas se fueron hacia mis muñecas. Y yo me sentí muy mal, me quería esconder. Mis amigos me veían con preocupación. Y yo sólo pude decir: "No tienen por qué llamar anoréxica a toda persona que intenta cuidarse. No soy anoréxica, sólo intento cuidarme precisamente porque no quiero estar enferma como ustedes. Ustedes sí que deberían pensar un poco en comer al menos la mitad de lo que devoran". Y algunos se quedaron en silencio, otros rieron. Y los que me molestaban no pudieron disimular lo incómodos que quedaron, así que después de un ratito se fueron. Y yo pude quedarme a convivir un poco tranquila.

Pero al llegar a mi casa me invadió el remordimiento, me sentí muy mal por haber incomodado a esas personas. Pasa que no me gusta ofender a nadie. Sé lo que se siente cuando alguien más te llama "gordo" o hace referencia a eso. Otra cosa es, que al sentirme mal, no pude con las ganas y me pesé (sí, lo hice, no pude esperar al viernes) y he perdido estúpidos 300 gramos desde la semana pasada hasta hoy. :(

Hace unas horas llegaron mis hermanas con un montón de comida engordante (de mi favorita, por cierto), una botella de tequila (de mi favorito también) y me dijeron que no dormiríamos hoy. No haré esto más largo... Me encuentro un poco ebria, y con remordimiento por lo que comí... (Sí, comí lo que ellas trajeron a casa, quizá por convivir, quizá para sentirme menos mal por lo de los gorditos de los que me defendí hoy). Así que estos no fueron buenos días para intentar ser princesa.

Ahora ellas llamaron a unas amigas y se encuentran haciendo karaoke :P Yo voy al baño. Debo deshacerme de esto mientras haya ruido en casa. Bendiciones, princesas. Espero que ustedes vayan mejor que yo.



Princesa Cloe


domingo, 7 de diciembre de 2014

THINSPO (^_^)

Estoy dispuesta a permanecer motivada. Si algo me caracterizaba era mi tenacidad, y ahora que he decidido recuperar lo que de verdad soy, necesito principalmente inspiración (para esto y para lo que sea que haga).

Comparto fotos de algunas de mis thinspo favoritas. Si bien, sé que no todas son extremadamente o lo suficentemente delgadas para lo que desean llegar a ser muchas princesas Anas, para lo que yo quiero lograr son ideales.

NO aumentaré un solo kilo este diciembre.
SÍ disminuiré peso y tallas.

Es a lo que yo llamo "perder para ganar". Un abrazo a quienes me leen. Bendiciones, mis princesas.












Princesa Cloe

VOLVÍ A MI BLOG. VOLVÍ A ANA.

Hola princesas. Después de muchos meses de ausencia, regreso aquí.

¿Por qué desaparecí justo al abrir mi blog? Fácil respuesta: MIEDO.

Miedo de ser Ana, (aunque tanto deseo serlo). Miedo de aceptar que necesito de Ana para llegar a mi meta: Ser delgada. Miedo de todo lo que tiene qué ver con ella.

Como mencioné en alguna entrada anterior, mis intenciones eran recuperar mi salud y llegar a mi peso ideal de la manera más saludable posible. ¿Y qué pasó? Han sido largos meses de progreso y retroceder una y otra vez. Si perdía 3 kg, en un abrir y cerrar de ojos recuperaba 2... Y así todo el tiempo. Luego... Mis ocupaciones me dejaban agotada, demasiado para hacer ejercicio. Y soy una persona acostumbrada a correr, a ir al gimnasio, pero al estar cansada, dejé de hacer todo eso... Y esa nueva vida sedentaria a la vez me generaba estrés. ¡¡Estoy harta!! ¡¡Quiero estar sana, y quiero ser delgada!! Necesito apoyo. Necesito ser más fuerte... Y he recordado que la fortaleza es precisamente lo que caracteriza a una princesa Ana, y como quiero ser sana debo deshacerme de estos kilogramos de más. Quiero volver. Y esta vez no rendirme. Ya lo decidí, y no pararé hasta volver a ser una princesa. Sé que yo, al igual que todas las demás princesas Ana, somos hermosas por dentro, y nuestro cometido es reflejar eso por fuera. Así que ya no más. Adiós comida engordante. Adiós malos hábitos. Adiós estrés. Adiós monotonía.

Hola delgadez. Hola ejercicio otra vez. Hola paz. Hola vida nueva y bonita.

Porque nadie va a hacerlo por mí. Los resultados serán para mí.

Las quiero princesas. Me daré una vueltita por sus blogs. Hace mucho que no las leo.

Bendiciones <3

Princesa ClOe